Existen dos formas para el superlativo de bueno. La más usual es buenísimo aunque también se acepta la forma bonísimo.

La forma buenísimo es la forma regular del adjetivo superlativo porque se forma simplemente a partir del adjetivo original y el sufijo -ísimo. La forma bonísimo se considera la forma culta y es menos habitual. En este caso el adjetivo superlativo es irregular ya que se forma a partir de la raíz latina del adjetivo, bonus.
Tanto buenísimo como bonísimo son adjetivos superlativos de tipo absoluto. Estos adjetivos indican el máximo grado del adjetivo bueno en términos absolutos.
Este grado máximo puede expresarse también en términos relativos mediante adjetivos superlativos relativos. En este caso se utiliza la construcción
más/menos + bueno + de
Por ejemplo, podemos decir
Es el jugador más bueno del equipo
Esto indica que el jugador es el más bueno pero solo comparado con el resto de jugadores del equipo. Es por esto que es un adjetivo relativo.
En este caso podemos expresar la misma relación utilizando la forma comparativa irregular. La forma comparativa irregular correspondiente al adjetivo bueno es mejor. Así, podríamos expresar la misma frase anterior de forma equivalente como:
Es el mejor jugador del equipo